
En Internet, aprendamos a protegernos
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Semanas atrás, el experto en seguridad en Internet Marc Goodman presentaba el libro Los delitos del futuro, editado por Ariel. En él vaticinaba un porvenir en el que la guerra y los ataques terroristas se librarán en Internet: serán ataques cibernéticos. Protegernos, por tanto, es fundamental. En sus declaraciones a diferentes medios de comunicaciones para hablar de la obra, el autor dibujaba un futuro muy oscuro en lo que a protección de nuestra privacidad en Internet se refiere. Un ejemplo: un estudio sobre 40 programas antivirus concluyó que éstos solo eran capaces de detectar un cinco por ciento de las amenazas. Quedaba claro, pues, que carecemos de herramientas eficientes de control. Por otro lado, cada mes se crean dos millones de nuevos virus.
Las infraestructuras de todo el mundo son vulnerables y ya se han producido ataques a pistas de aeropuerto que han quedado sin luz, sistemas de gestión ferroviario, sistemas de distribución del agua… cada minuto se generan millones de consultas a google, correos electrónicos, fotografías que circulan mensajes de whatsapp… que quedan en la nube y son «el oro del siglo XXI», vendido y controlado por organizaciones supranacionales. Así, cualquier información que publicamos en Internet (en Facebook, por ejemplo) queda a disposición de esta red, se convierte en un producto. Y aunque creamos que es gratis, el pago es la privacidad de la que nos desprendamos. Por todo ello, Goodman recuerda que sólo nosotros podemos protegernos de los ataques del exterior, siguiendo unos sencillos consejos que propone en su libro:
- Actualizar con frecuencia el software de nuestros ordenadores, teléfonos móviles, tabletas y sus aplicaciones, reproductores multimedia…, etcétera. Un software obsoleto es vía de entrada de ataques
- Descargar programas solo de webs oficiales, descartar aquellas que ofrecen programas gratuitos. Nada es gratis, suelen venir con «regalo»
- Hacer contraseñas largas: con mayúsculas, minúsculas, números, signos y espacios (complejas, en definitiva), y cambiarlas con frecuencia, acudiendo si hace falta a programas que nos ayuden a ello
- Apagar ordenador y móviles cuando no se usen. Un aparato en funcionamiento siempre es hackeable. Apagado no puede entrar nada en él
- Encriptar nuestra vida digital. Windows y Apple tienen programas para hacerlo
Conclusión: aprendamos a protegernos en nuestras relaciones por Internet. La mayor parte de ataques son básicos. Igual que nos sabemos proteger en el espacio físico cerrando la puerta de casa al salir, debemos también aprender a protegernos de los delitos cibernéticos. Y si tenemos dudas, acudamos a especialistas en soluciones informáticas como TRACK. Seguro que podrán orientarnos.
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